Esta reserva natural cuenta con una superficie de 460 hectáreas, en la que se pueden encontrar flora y fauna recogida en el 'Catálogo Regional de Especies Amenazadas.
La cara más amable de las intensas lluvias que han caído en la provincia en los últimos meses son los embalses llenos, cauces de ríos repletos de agua, como hacía tiempo no se veían, y la recuperación, al menos momentánea de parajes naturales.
Ese es el caso de la Reserva Natural de Las Navas de Malagón, que en los últimos días ofrecen una bella imagen que hacía tiempo no se veía por estos parajes, y que hace pensar que La Mancha seca, realmente no lo es tanto.
Para los amantes de la naturaleza, el paisaje que ofrece la ruta ocho del Quijote, que va de Almagro a Toledo, pasando por Ciudad Real y Consuegra, tiene un especial encanto gracias a este humedal, menos conocido que Las Tablas de Daimiel, pero al que no le faltan importantes connotaciones naturales.
A nivel hidrológico, la reserva natural de Malagón está formada pro tres lagunas de origen volcánicos conocidas como la Nava Grande, Nava de Enmedio y Nava Chica, que suma una superficie total de 460 hectáreas (cada hectárea equivale a un campo de fútbol). Y están encuadradas dentro de la cuenca hidrográfica del Guadiana, entre la cuenca del río Becea, situada al oeste de la del río Bañuelos, al este, cuyo nacimiento se encuentra cerca de la localidad en la confluencia de los arroyos que provienen de las Sierras del Pocito y de la Sierra de la Calderina.
La alimentación de estas lagunas se debe tanto a los aportes superficiales como subterráneos, lo que provoca la variación en la salinidad del agua embalsada. Las aguas son someras y fluctuantes siendo la profundidad de la lámina de agua de unos 50 centímetros en años lluviosos, y de hasta dos metros en años de recarga de la Nava Grande.
La superficie inundable de los vasos lagunares es de 114 hectáreas en la Grande, 48 en la de Enmedio y 17 en la Nava Chica.
En lo que respecta a la flora y fauna que se puede ver en este paraje, destacar que es un ecosistema con comunidades subacuáticas halófilas, praderas de carófitos, tapices de riella, madejas semiflotantes de ruppia y alfombras flotantes de batráquidos y miriofilidos, entre otras.
En la Nava Grande, la laguna de mayor superficie, hay poblaciones de riella y nitella, especies catalogadas como de Interés Especial por el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla- La Mancha.
Fauna. Hay dos tipos de ambientes que caracterizan el área desde el punto de vista faunístico, las zonas húmedas y su área y los cultivos de secano que los rodea así como los cortados cuarcíticos de la sierra.
Su principal reclamo en referencia a la fauna son las poblaciones de aves acuáticas ligadas a las zonas húmedas que resultan interesantes para su estudio y que se consideran valiosas a nivel nacional, algunas de ellas se encuentran enmarcadas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas, vulnerable o en peligro de extinción.
La capacidad de acogida de esta reserva se ve condicionada por la presencia de agua en las mismas, por lo que se puede prever que debido a las lluvias caídas este invierno podamos ver algunas de las aves como la malvasía cabeciblanca presente en los años más lluviosos, el zampullín cuellinegro o la garza real, la polla de agua, entre otras especies.
Dentro de las aves acuáticas invernantes destacan las poblaciones de zampullin chico, somormujo lavanco, teniendo gran importancia regional las poblaciones invernantes de cormorán grande y ánade rabudo.
Fuente: La Tribuna de Ciudad Real 2-3-2010
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