Los humedales de Castilla-La Mancha se han convertido en oasis de vida en mitad de las tierras de secano, viñedo y olivar que se extienden a lo largo y ancho de esta amplia región del centro de España.La celebración ayer del “Día Mundial de los Humedales”, tal y como recoge la declaración de la Convención sobre los Humedales firmada en Ramsar, es un momento para poner de manifiesto los valores y las amenazas que recaen sobre estos espacios naturales.
En Castilla-La Mancha los humedales se reparten por las cinco provincias de la región, si bien, es La Mancha Húmeda el lugar donde se encuentra el mayor número de ellos, que encierran una gran biodiversidad donde la flora y vegetación especializada y una amplia representación de avifauna encuentra su mejor cobijo. El inventario regional de Zonas Húmedas realizado por la Junta de Comunidades en 1989 puso de manifiesto la existencia de, al menos, 450 humedales de distinta tipología en Castilla-La Mancha, lo que supone un número muy significativo con respecto a los de otras comunidades autónomas del país.
Este inventario determinó la existencia de lagunas como las formadas por colapso en paisajes cársticos sobre calizas, cuyas aguas se presentan salinas en mayor o menor medida, tales como las Torcas de Cañada del Hoyo y los complejos lagunares de Arcas y Fuentes en Cuenca y la laguna de Pedro Muñoz en Ciudad Real, y que son uno ejemplo de una de las muchos tipos de humedales presentes en la región.
Otro ejemplo de humedales son la lagunas asociadas a surgencias de aguas carbonatadas cuyo ejemplo más significativo es el Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera, localizado en las provincias de Ciudad Real y Albacete.
A este tipo de humedales se unen los que se asocian a su origen volcánico, asentados la mayor parte de ellos sobre cráteres de explosión freatomagmática y entre los que destacan las lagunas de la Posadilla, Fuentillegos o Michos, todos ellos en la provincia de Ciudad Real.
Las lagunas esteparias sobre superficies de rañas o mantos arcósicos de origen no bien conocido, o las lagunas asociadas a sistemas fluviales sobre llanuras de inundación funcionales de tipo tablas, son otra muestra de humedales, entre los que cabe destacar el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel en la provincia de Ciudad Real.Las turberas, presentes únicamente en los Montes de Ciudad Real o bien en zonas lluviosas o frías como la Sierra de Ayllón, unidos a los que tienen un origen artificial, conforman los otros tipos de humedales que podemos encontrar en Castilla-La Mancha.
Muchos de estos espacios albergan procesos ecológicos singulares de gran importancia que conforman microecosistemas de enorme interés. Este es el caso de los tapetes bacterianos en lagunas hipersalinas como la de Alcadozo en Ciudad Real, los estromatolitos de ambientes lacustres que encontramos en Las Lagunas de Ruidera o la comunidades planctónicas y bentónicas en lagunas de aguas salinas estacionales.
Los humedales castellano-manchegos destacan por ser refugio de una flora y vegetación muy especializada que los convierten en uno de los poco lugares de España donde se encuentran sus área de distribución. Los juncales mediterráneos, masegares, las comunidades anfibias de humedales estacionales oligótrofos, las estepas salinas o las praderas de juncales halófilas son citas ineludibles entre investigadores y botánicos, que destacan, igualmente, el elevado número de endemismos ibéricos, muchos de ellos en peligro de extinción que se encuentran en estos espacios.
Pero, sin lugar a duda las aves acuáticas que cobijan los humedales, utilizadas habitualmente como indicadores de calidad del medio debido a su fácil detectabilidad y rápida capacidad de respuesta a los cambios ambientales, son uno de los referentes más importantes al hablar de estos lugares. Las aves acuáticas escogen estos humedales para criar e invernar, lo que hace de estos territorios un lugar excepcional para la observación ornitológica.
El pato colorado, el silbón europeo, la cerceta común, el pato cuchara común, el ánade friso, la malvasía cabeciblanca, flamencos o ardeidas como la garza imperial, la garza real, el avetorillo, el avetoro, el zampullín cuellinegro, el somormujo lavanco, el fumarel cariblanco, la cigüeña blanca o la grulla, son sólo un escaso ejemplo del gran número de especies que encuentran en estos humedales un entorno privilegiado donde instalarse.
Esta rica biodiversidad ha sido determinante para que muchos de estos humedales fueran considerados por figuras de protección como Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda o fueran incluidos en la Lista Ramsar por su importancia internacional, otros han obtenido algún otro tipo de protección a nivel europeo, nacional o regional. Castilla-La Mancha cuenta con 51 humedales protegidos, de los cuales, 2 son el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y el Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera, otros 9 son considerados Monumentos Naturales, 22 Microrreservas y 18 Reservas Naturales; todos ellos conforman una red de 15.449,42 hectáreas de terreno protegido.
[Aníbal de la Beldad / ]
Lanzadigital http://www.lanzadigital.com/diariolanza/pb/periodico/periodicodetalle.asp?REG=17110&sec=CIUDADREAL
domingo, 3 de febrero de 2008
Los humedales de la región, oasis de vida en mitad del secano
Etiquetas: Día Humedales, Humedales
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