06/06/07
WWF/Adena y SEO/BirdLife celebran la publicación del Real Decreto 664/2007 que establece las condiciones para la alimentación de aves rapaces necrófagas en muladares, del que se beneficiarán especies amenazadas como el alimoche, el quebrantahuesos o el águila imperial ibérica, que como consecuencia de la aplicación de la normativa europea habían visto diezmada drásticamente la disponibilidad de alimento en la naturaleza.
El Real Decreto, publicado ayer en el BOE, regula la utilización de materiales no destinados a consumo humano para la alimentación de aves necrófagas en muladares o comederos de aves. Establece las condiciones medioambientales y sanitarias para el manejo de muladares; la distancia a la que debe instalarse respecto a zonas urbanizadas, localización fuera de cursos de agua, protección al acceso de animales terrestres, etc.
“Este Real Decreto supone un respiro para muchas aves amenazadas en España pero hay que hacer más esfuerzos” indica Juan Carlos Atienza, Coordinador del Área de Conservación en SEO/BirdLife, que concluye que ”la responsabilidad de la correcta aplicación de este Real Decreto recae ahora sobre las administraciones autonómicas que deben ser responsables del establecimiento y del mantenimiento de una adecuada red de muladares”.
Tradicionalmente, cuando una vaca, cabra u oveja moría, o bien se dejaba en el mismo lugar donde fallecía, o bien se trasladaba a lugares habilitados denominados muladares. Con la aparición de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), también conocida como mal de las vacas locas, las autoridades sanitarias aprobaron el Reglamento (CE) 177/2002, que modificó la gestión de los subproductos animales no destinados al consumo humano. Se obligó a los ganaderos a la recogida y posterior eliminación de los cuerpos y se establecieron las condiciones que debían tener los muladares cuyo incumplimiento obligó a cerrar muchos de ellos.
Esta situación ha provocado la carencia de alimento disponible en la naturaleza para las aves necrófagas, cuyos síntomas ya se han puesto de manifiesto: disminución de su productividad, cambios en su comportamiento y aumento del número de ejemplares con síntomas de desnutrición que ingresan en los centros de recuperación.
El Real Decreto, publicado ayer en el BOE, regula la utilización de materiales no destinados a consumo humano para la alimentación de aves necrófagas en muladares o comederos de aves. Establece las condiciones medioambientales y sanitarias para el manejo de muladares; la distancia a la que debe instalarse respecto a zonas urbanizadas, localización fuera de cursos de agua, protección al acceso de animales terrestres, etc.
“Este Real Decreto supone un respiro para muchas aves amenazadas en España pero hay que hacer más esfuerzos” indica Juan Carlos Atienza, Coordinador del Área de Conservación en SEO/BirdLife, que concluye que ”la responsabilidad de la correcta aplicación de este Real Decreto recae ahora sobre las administraciones autonómicas que deben ser responsables del establecimiento y del mantenimiento de una adecuada red de muladares”.
Tradicionalmente, cuando una vaca, cabra u oveja moría, o bien se dejaba en el mismo lugar donde fallecía, o bien se trasladaba a lugares habilitados denominados muladares. Con la aparición de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), también conocida como mal de las vacas locas, las autoridades sanitarias aprobaron el Reglamento (CE) 177/2002, que modificó la gestión de los subproductos animales no destinados al consumo humano. Se obligó a los ganaderos a la recogida y posterior eliminación de los cuerpos y se establecieron las condiciones que debían tener los muladares cuyo incumplimiento obligó a cerrar muchos de ellos.
Esta situación ha provocado la carencia de alimento disponible en la naturaleza para las aves necrófagas, cuyos síntomas ya se han puesto de manifiesto: disminución de su productividad, cambios en su comportamiento y aumento del número de ejemplares con síntomas de desnutrición que ingresan en los centros de recuperación.
En el Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega (Segovia), la mayor colonia de buitre leonado de España, los censos realizados este año por WWF/Adena, a falta de que se complete la temporada de cría de esta especie, son preocupantes. “La hambruna de los buitres ha provocado un desfase importante en el inicio de la incubación de esta especie, un descenso del 17 % de las parejas y del 27% de los pollos volados respecto al año pasado” comenta Luís Suárez, responsable del Programa de Especies de WWF/Adena.
Más información: SEO/BirdLife http://www.seo.org/
Fotografía: PrietaMás información: SEO/BirdLife http://www.seo.org/
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