Las lagunas volcánicas del Campo de Calatrava, en el centro de la provincia de Ciudad Real, se han convertido en uno de los grandes refugios para las aves acuáticas en Castilla-La Mancha durante este invierno. Las elevadas precipitaciones han conformando una red de humedales que han sido utilizados por aves de veinticinco especies diferentes.
Rafael Gosálvez, responsable del seguimiento de este complejo lagunar, ha manifestado que los censos de aves realizados en los meses de enero y febrero indican que miles de individuos de una gran variedad de especies de aves acuáticas permanecen de manera habitual en las lagunas calatravas. Las especies más abundantes han sido dos especies de patos -el ánade azulón y el cuchara común-, un especie limícola, el avefría europeo y dos especies de gaviotas, la reidora y la sombría. 
Para Gosálvez, los datos globales del censo demuestran que las lagunas calatravas recuperan una vez más su tradicional vocación como área de invernada de numerosas aves acuáticas.
El profesor de la UCLM y miembro de Geovol indicó que estas lagunas son las únicas de origen volcánico en España y en la Península Ibérica y son «un raro tipo de humedal en Europa». En Auvernia (Francia), Eiffel (Alemania) o Campos Fleggeos (Italia) también hay humedales volcánicos, pero se consideran como lagos y no como lagunas. Las lagunas del Campo de Calatrava no superan los 2 metros de profundidad, lo que permite que sean capaces de albergar una mayor diversidad biológica.
Para Gosálvez, las lagunas del Campo de Calatrava forman por ello un conjunto de gran valor ambiental integrado a su vez en el conjunto de humedales de conforman La Mancha Húmeda, área de elevada hidrodiversidad ligada a la Cuenca Alta del río Guadiana y a la región natural de La Llanura Manchega.
En la región, además de estas lagunas volcánicas, aparecen lagunas de génesis cárstica, tectónica, eólica, antrópica y, por supuesto, las conocidas llanuras de inundación que generan tablas fluviales como las que ahora se pueden ver junto al Parque Arqueológico de Calatrava, Daimiel, Villarrubia o las de los ríos Záncara-Gigüela.
El responsable del seguimiento de la biodiversidad del complejo lagunar del Campo de Calatrava destacó que algunas de estas lagunas cuentan con figuras de protección a nivel europeo y regional. Por ejemplo, las lagunas de Moral o las del entorno de Cabezarados se integran en la red Natura 2000 como Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), mientras que otras como las Navas de Malagón o la laguna de la Inesperada, en Pozuelo de Calatrava, se encuentran catalogadas como Reserva Natural en el marco de la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha. En otros casos, las lagunas de La Alberquilla, Michos, Peñarroya, La Posadilla o la Hoya de Cervera están declaradas como Monumento Natural, y la laguna de Caracuel como Microreserva.
En cualquier caso, resaltó que, independientemente de que estén o no declaradas como áreas protegidas, las lagunas se corresponden con un tipo de hábitats de interés prioritario a nivel europeo que la UE reconoce y denomina «estanques temporales mediterráneos» y que requieren protección.
Fuente: EFE Verde.
Imagen: Mario de los Reyes
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