En el actual debate energético, en el que cada vez más gente apuesta por la energía eólica como sustituta del petróleo, libre de cualquier impacto e independiente de tensiones internacionales, SEO/BirdLife ha realizado un documento de posición en el que deja clara su postura: eólicas sí, pero en los lugares adecuados, sin perjuicio para las aves.
SEO/BirdLife no se opone a la energía eólica, pero su implantación debe fundamentarse en su exclusión de los lugares más peligrosos para las aves (Red Natura 2000, IBA, espacios naturales protegidos y pasos migratorios) y en una adecuada planificación y evaluación.
Además, para llegar a conseguir compatibilizar esta energía con la conservación del medio ambiente hace falta una apuesta en la investigación con el fin de aumentar los conocimientos, biológicos, principalmente en el medio marino, tanto previa como posteriormente a la instalación del parque, una buena selección de alternativas basada en criterios ambientales y unos estudios de impacto ambiental de calidad, que identifiquen todos los riesgos y consecuencias, y donde se propongan y apliquen medidas correctoras efectivas.
Ante el incremento de la demanda energética y la necesidad evidente de detener el cambio climático provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero, los Gobiernos y las diferentes compañías eléctricas apuestan cada vez más por el establecimiento de las denominadas energías "verdes" o "limpias". Entre estas energías en auge destaca la eólica, cada vez más abundante en nuestros campos, considerada como la energía del futuro por su ausencia de contaminación y, por lo tanto, de graves impactos al medio ambiente.
Pero la realidad ha sido otra, ya que puede tener graves consecuencias sobre algunos grupos de animales como los murciélagos o las aves. Habría que hablar de impactos directos, como las muertes de aves como fruto de colisiones con las aspas de los aerogeneradores o contra los cables de los tendidos eléctricos de evacuación de la energía hacia las subestaciones energéticas; o indirectos, como ocurre cuando las aves evitan una zona debido a las molestias ocasionadas durante la construcción del parque, la destrucción del hábitat o el efecto barrera que puede ocasionar una fila de aerogeneradores en una cumbre de sierra.
Estos efectos barrera producen movimientos extras que ocasionan un gasto energético innecesario, que en momentos importantes del ciclo vital, como la cría, pueden llegar a reducir el éxito reproductor y la supervivencia.
Octavio Infante
Área de Conservación de Especies y Espacios de SEO/BirdLife
Fuente: Europa Press
jueves, 3 de septiembre de 2009
Eólicas sí, pero no en áreas sensibles para las aves
Etiquetas: Opinión, Red Natura, SEO/BirdLife
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