La Asociación de Periodistas se lava las manos

La Asociación de Periodistas de Ciudad Real declina manifestarse acerca de la procedencia del despido de Carlos Otto en un comunicado en el que afirman que el periodista podría haber incurrido en un delito contra el derecho al honor que sólo pueden juzgar los tribunales.

A pesar de ello, reconocen la necesidad de abrir un debate "sobre las circunstancias de libertad" en que los periodistas ejercen su profesión "en nuestra provincia, y probablemente en nuestra región". Señalan también su independencia "ante los grandes grupos empresariales de la provincia y las diferentes administraciones", de quienes solicitan "su estrecha colaboración para conseguir los medios de comunicación que una sociedad democrática como la nuestra merece y necesita".

Como se ve, la Asociación de Periodistas de Ciudad Real se lava las manos amparándose en que se trata de un conflicto estrictamente laboral. De la misma manera que han permanecido en silencio durante todos estos años de informaciones sesgadas sobre los problemas ambientales del aeropuerto, en los que los medios de comunicación, salvo preciadas excepciones, se han comportado como altavoces que emitían su atronador mensaje y hacían imposible que se oyeran otros sonidos.

Presumen de independencia, pero su posición queda en entredicho al conocerse que uno de sus componentes forma parte, a la vez, de la dirección del periódico.

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