Antonio Aranda, representante de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, ha ratificado hoy en el III Seminario de Conservación del Lince Ibérico, inaugurado en la Universidad de Huelva, la presencia de quince ejemplares de lince ibérico en esta comunidad autónoma.
Aranda, que ha proyectado imágenes de estos linces, algunas inéditas, no ha querido facilitar muchos detalles sobre esta población, detectada a final del año pasado, pero ha señalado a Efe que se trata de un grupo con tres hembras reproductoras asentado en la provincia de Ciudad Real.
Tampoco ha querido precisar cuándo se realizarán análisis genéticos a estos linces -algunos pueden realizarse con heces, sin necesidad de capturarlos- cuestión que expertos y responsables de la conservación del lince consideran crucial para determinar el origen de estas camadas.
Si los linces proviniesen de la población andaluza de Sierra Morena -la más abundante de la Península Ibérica, con 150 ejemplares- de trataría de la primera recolonización que este felino protagoniza en la Península en décadas y demostraría que es posible reintroducir el lince en nuevos territorios de forma natural.
Si, por el contrario, no proviniesen de Andalucía, se trataría de una población histórica, de gran valor, ya que permitiría aumentar la variabilidad genética de los programas de conservación y de cría en cautividad de este felino.
Aranda ha señalado que puede que existan más poblaciones de linces en Castilla-La Mancha que no se conozcan porque pueden haber sobrevivido en alguna de las grandes fincas de la región, cuyos propietarios, sobre todo si son fincas de caza, son renuentes a confirmar la presencia de linces "porque tienen miedo de que se altere sustancialmente el aprovechamiento de la explotación cinegética".
Según sus datos, en las tres zonas de Montes de Toledo, Sierra de Relumbrar-Alcaraz y Sierra Morena se han confirmado 18 casos positivos de identificación de linces mediante fotos o heces tras la realización de más de doscientas pruebas.
Ha recordado que Castilla-La Mancha impulsa desde 2003 un plan de recuperación del lince ibérico y actuaciones para incrementar la población de conejo, su alimento casi exclusivo, y que recientemente ha firmado un convenio con el Gobierno central para la construcción de un centro de cría en cautividad en el Parque Nacional de Cabañeros, cuyas obras se prevé que finalicen en 2010.
Ha destacado que el Gobierno castellano-manchego actúa con prudencia en el caso del lince porque este felino "tiene barreras sociológicas, como las ha tenido el lobo, y en lugar de enfrentarnos e imponer, preferimos una política de cooperación" con los propietarios de fincas.
Fuente: EFE, 17-11-08.
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