A vueltas con el almacenamiento de CO2

El pasado 11 de febrero, el blog de SEO/CR se hizo eco de la reserva de suelo realizada por el Ministerio de Industria (BOE 8 de febrero) para la eventual ubicación de emplazamientos dedicados al almacenamiento de CO2 en España. El proyecto amenaza con desatar la polémica en Castilla-La Mancha.

Según publica El Día, el portavoz de EEAA en Tomelloso, Manuel Sánchez Patón, ha advertido que "la captura y enterramiento de CO2 es una tecnología muy poco desarrollada y muy costosa", además de que se desconocen "las consecuencias que pueden tener los residuos en el interior de la corteza terrestre". EEAA se oponen a esta tecnología por considerar que es una coartada para no disminuir las emisiones de gases con efecto inverdero. De hecho, es el método que defienden las petroleras para luchar contra el calentamiento global.

La captura y secuestro del dióxido de carbono para evitar que llegue a la atmósfera es una tecnología conocida desde hace años. Según la Fundación para Estudios sobre la Energía, los sumideros de CO2 deben tener una capacidad mínima de 100 millones de toneladas, el volumen de gas que emite una central térmica de carbón a lo largo de los 30 años de su vida útil. Cada almacén de CO2 es hermético y se sitúa a 1.000 metros bajo tierra. Sin embargo, aún no se ha probado con eficacia a la escala necesaria para eliminar grandes cantidades de residuos.

La Comisión Europea, junto al sector industrial, los centros de investigación y las asociaciones conservacionistas, puso en marcha a finales del año pasado un concurso para elegir doce proyectos que demostrasen, antes de 2015, la aplicación de estas tecnologías en centrales eléctricas de 400 MW, que son las más habituales. Los residuos capturados se inyectarían a continuación en depósitos situados a más de 1.000 m de profundidad. Así lo hace desde 1996 la plataforma noruega de Statoil. Separa el CO2 del gas natural que extrae y lo canaliza hasta un sustrato salino bajo el fondo del mar. En Puertollano, la planta de Elcogás es pionera desde 1998 en ensayar la captura de CO2.

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha mostrado su oposición al emplazamiento en la región de ningún tipo de almacenamiento de CO2 que no cuente con el consenso y la autorización expresa de todas las administraciones afectadas. Por esta razón, el Gobierno regional pide la suspensión de cualquier hipotética decisión al respecto y ha solicitado al Ministerio de Industria la documentación e información pertinente acerca de los estudios que se están realizando.

El alcalde de Tomelloso, Carlos Cotillas, también se opone a la posible ubicación de un almacenamiento de CO2 que pudiera afectar al término municipal. El regidor indicó que se trata de un gas nocivo y contaminante cuyas tecnologías de almacenamiento no están comprobadas al cien por cien, por lo que “no hay seguridad absoluta”.“Tomelloso no quiere ser el almacén de residuos contaminantes de industrias de España o de fuera del país”, afirmó. Cotillas lamentó que el Ministerio de Industria no se haya dirigido al Ayuntamiento para facilitarle información; anunció que se van a dirigir al Gobierno de España demandando más datos sobre la posible ubicación de ese depósito de CO2 y solicitando que paralice cualquier actividad relacionada con este asunto.

En respuesta a estas declaraciones, el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, asegura que está "absolutamente descartado que vaya a instalarse un sumidero de CO2 en Tomelloso". Aunque explicó que el objetivo del proyecto no es otro que generar una reserva para evitar que la iniciativa privada pudiera instalar el sumidero sin concurso público. Señaló que existe "un vacío legal" en la legislación de Minas y ante ello se está haciendo un tratamiento preventivo para que no lo pueda instalar ninguna empresa privada. En opinión de Moraleda, la garantía de que no se va a construir este sumidero es que la Administración lo reserva, por lo que "está descartado" instalarlo "en el plazo que sea".

Por su parte, el Grupo Municipal Socialista de Tomelloso también ha expresado su rechazo absoluto a este almacenamiento de CO2.

No obstante, cabe recordar que, de momento, la reserva de suelo es una propuesta de la Fundación para Estudios sobre la Energía, que en todo caso deberá ser ratificada a través de un decreto del Consejo de Ministros. Según el BOE de 8 de febrero, el área de reserva de suelo abarcaría una superficie de unos 1.200 km2 situada entre las provincias de Ciudad Real y Albacete, que estaría limitada por los términos municipales de Argamasilla de Alba, Tomelloso y Carrizosa, en Ciudad Real, y Munera y El Ballestero en Albacete.

Fuentes:
-El Día http://www.eldiadeciudadreal.com/noticia.php/6532 y http://www.eldiadeciudadreal.com/noticia.php/6558
- CR Diario http://www.crdiario.es/noticia.php?idn=24487&b=1