Al coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, no le sorprendería una descatalogación, bien como parque o como reserva de la biosfera, de las Tablas de Daimiel, o cualquier otra sanción por parte de la Unión Europea al Gobierno de España, ante una situación que considera dramática y de solución más cercana “al milagro” que a otra cosa.
Lara, que visitó hoy el parque nacional de Daimiel, repartió culpas en una rueda de prensa en Ciudad Real entre los gobiernos de Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, y calificó de “un parche más”, tanto el nuevo trasvase por la tubería manchega que se solicitará para apagar el incendio de las turberas, como los nuevos sondeos.
“Lo que ha fallado es la política de gestión del agua”, que ha permitido la esquilmación del acuífero 23, “a algunos [Cayo Lara es de Argamasilla de Alba] se nos ha puesto el pelo blanco defendiendo la sostenibilidad del acuífero sin conseguirlo”.
Para Lara tiene difícil encaje que en 1987, recién aprobada la Ley de Aguas que reconocía la condición pública de las aguas subterráneas, y con el acuífero declarado sobreexplotado, se empezara a sacar agua como nunca se había hecho, “situación que ha continuado en estos años.
Ya entonces se pidió un plan de extracciones en el acuífero, que se financiarán riegos por goteo y hubiera control. No se ha hecho, y ahora tenemos este drama”. Para Cayo Lara se necesita una política “seria y severa” para solucionar el problema de fondo del humedal.
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