Según el censo elaborado por SEO-BirdLife, Castilla-La Mancha alberga la segunda población española de buitre negro con 367 parejas reproductoras. Excepto dos de ellas, que anidan en la provincia de Toledo, todas las demás se encuentran en la provincia de Ciudad Real.
Castilla-La Mancha se ha convertido en un importante refugio para el buitre negro (Aegypius monachus), especie que ha encontrado en este territorio buenas zonas de nidificación, lo que ha hecho posible que la región albergue la segunda población en importancia de toda España de este ave.
Los datos publicados en el censo nacional del buitre negro en España, realizado por SEO-BirdLife (Javier de la Puente, Rubén Moreno-Opo y Juan Carlos del Moral), revelan el importante papel que Castilla-La Mancha tiene en la conservación de esta especie, actualmente catalogada como en peligro de extinción.
Se han identificado cinco núcleos de cría en la zona oeste y suroeste de la región, que son los de Cabañeros, que se encuentra en el área de Influencia del propio Parque Nacional; el que se localiza en la umbría de la Sierra de Alcudia; el de la Sierra de los Canalizos y, el último, identificado en la ribera del Guadiana.
El 86 % de las 367 parejas que se encuentran en Castilla-La Mancha están consideradas como reproductoras; es decir, 317 de ellas sacaron adelante algún pollo que fue capaz de volar durante los años en los que realizó el trabajo de campo.
Estos datos ponen en evidencia que en la región se encuentran la tercera y cuarta colonias de cría más grandes de la especie en España, que son las de Cabañeros y su área de influencia, con 216 parejas, y la Umbría de Alcudia, con 129 parejas.
La tercera en importancia numérica es la colonia de la Sierra de los Canalizos, en los montes occidentales de la provincia de Ciudad Real, que alberga 20 parejas. El núcleo del Río Guadiana, en el entorno del término municipal de Piedrabuena, está compuesto por dos parejas seguras, pero no se descarta que esta colonia sea mayor.
La colonia de Cabañeros y su área de Influencia acoge el 59 % de las parejas de la región y el 11 % de las existentes en España y es también la que ocupa mayor superficie de la región, con unas 20.000 ha.
En la colonia de la Umbría de Alcudia cría el 35 % de las parejas de la región y abarca un territorio de unas 14.500 ha. Es uno de los núcleos de cría situados en Sierra Morena, entidad montañosa en la que se asienta la segunda mayor cantidad de unidades reproductoras de la especie (362 parejas), después del Sistema Central (475 parejas).
La colonia de Canalizos se distribuye por la ZEPA del mismo nombre, y los nidos encontrados en las proximidades del río Guadiana, en el entorno del LIC «Ríos de la cuenca media del Guadiana y laderas vertientes», en el término municipal de Piedrabuena, corresponden a un núcleo descubierto en los últimos años, con varias plataformas muy dispersas en distintas fincas en las que, de momento, solo se ha podido comprobar la reproducción de dos parejas, pero es fácil que esta pequeña colonia tenga mayor población.
En cuanto a la evolución de la población, el estudio de SEO-BirdLife destaca que el número de parejas ha ido incrementándose paulatinamente en los últimos años en Castilla-La Mancha. La tendencia, por tanto, la consideran como “positiva” desde el año 1988 en el que se desarrolló el primer censo con una cobertura adecuada realizado por José Jiménez, del Parque Nacional de Cabañeros. El incremento, desde entonces, ha sido del 138 %.
Los primeros censos generales para Castilla-La Mancha son de 38 parejas en 1983 en dos colonias (Hiraldo et al., 1983) y desde ese año, un mejor esfuerzo de prospección y un aumento real de la población han tenido lugar en la región, hasta alcanzar las 367 parejas actuales.
En Cabañeros se ha producido un incremento progresivo desde las primeras 16 parejas censadas en 1983 (Hiraldo et al., 1983; figura 14). La tasa media de crecimiento anual en el Parque Nacional ha sido del 15 % en los últimos 10 años.
En la Umbría de Alcudia también se ha producido un paulatino aumento del número de parejas reproductoras desde el año 2000 y el incremento ha llegado al 44 % entre los censos de 2003 y 2006, instalándose al menos 20 nuevas parejas en las áreas circundantes al núcleo principal histórico de la colonia.
En la sierra de los Canalizos, por el contrario, se ha registrado en los últimos años una reducción considerable del número de parejas reproductoras, desapareciendo un 45 % de ellas desde 2003. La evolución de la colonia del río Guadiana se desconoce, pues se ha encontrado recientemente.
La notable recuperación de las poblaciones españolas de buitre negro durante las últimas décadas no deben ocultar la difícil situación por la que ha pasado este ave, que estuvo al borde de su extinción cuando apenas criaban dos centenares de parejas.
Las herramientas que lo han evitado han sido los planes de recuperación puestos en marcha por algunas comunidades autónomas, la lucha contra el uso de venenos, las iniciativas de conservación de las ONG, el apoyo de los propietarios de los terrenos en los que anida la especie y, sobre todo, el incremento de las fuentes de alimentación.
Por eso, la principal amenaza para el buitre negro en la actualidad se encuentra en la disminución de la disponibilidad de alimento desde la aparición de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB). Como consecuencia de la legislación promulgada para controlar la transmisión de este tipo de enfermedades, los ganaderos se ven obligados a recoger todos los cadáveres de sus cabañas para ser destruidos, lo que deja sin alimento a las aves carroñeras.
Las consecuencias de la retirada en el campo de estos cadáveres han comenzado a dejarse sentir en todas las aves necrófagas que, ahora, dependen más que nunca de la puesta en funcionamiento de una amplia red de muladares donde se puedan encontrar el alimento que les sea aportado de manera controlada.
La escasa red de muladares que existe en Castilla-La Mancha se convierte en un elemento contrario a la conservación del buitre negro, sin embargo, la administración ambiental competente en la Comunidad Autónoma viene trabajando en ampliar esta red, que encuentra numerosos obstáculos, especialmente, los relacionados con la sanidad animal.
El futuro del buitre negro depende, ahora más que antes, del mantenimiento de la cabaña ovina extensiva y de la gestión cinegética.
Fuentes: Lanza, La Tribuna.
Imagen: Gabriel Martin.
lunes, 23 de marzo de 2009
Ciudad Real, un refugio para el buitre negro
Etiquetas: Aves rapaces, Red Natura, Valle de Alcudia
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)


No hay comentarios:
Publicar un comentario