La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) pone en evidencia el lamentable estado de la Unidad Hidrogeológica de la Mancha Occidental en un informe.
Desde el punto de vista cuantitativo, el acuífero ha sufrido un descenso continuado desde 1975, año en el que se considera que su régimen todavía no estaba perturbado. Si se toma como referencia el año 1980, el vaciado de reservas se sitúa en torno a 3.500 Hm3.
Según la CHG, “los caudales circulantes de los principales ríos de La Mancha Occidental no permiten satisfacer las demandas de aguas superficiales de los usos autorizados, ni el mantenimiento de caudales mínimos ordinarios”.
Respecto al estado cualitativo del Acuífero 23, la CHG señala que ha alcanzado unos niveles de contaminación que se traducen en “extensas zonas en las que los nitratos superan los 50 mg/l, además de apreciarse otros contaminantes en zonas más locales, que afectan a la potabilidad de las aguas, y por tanto a los abastecimientos de agua de diversas poblaciones”.
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel está incluido en el Plan Hidrológico del Guadiana I como zona de especial protección, por lo que “las actividades [de extracción de agua] de esta zona se limitarán al uso agrario, siempre que sean compatibles con la finalidad del Parque Nacional”.
Además, “en las zonas de influencia será preceptivo el informe del Patronato del Parque para todas aquellas actuaciones que puedan modificar o reducir las superficies de las áreas encharcadas o deteriorar la calidad de las aguas”. Adicionalmente son funciones y cometidos del Patronato “velar por el cumplimiento de las normas establecidas en las zonas de protección e influencia”, informan desde la CHG.
Fuente: El Día.
martes, 6 de enero de 2009
La CHG resume la situación del Acuífero 23
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