Cada vez más comunidades autónomas optan por los descastes de cormorán grande, tras ser descatalogado como especie amenazada y ante la presión de los pescadores deportivos. Sin embargo, el impacto sobre poblaciones de la ictiofauna silvestre que se le atribuye es minimizado por estudios como los realizados en Asturias, donde los cormoranes son el chivo expiatorio de un declive salmonero producido por la degradación de hábitat y la sobrepesca.
Intercafe (“Interdisciplinary initiative to reduce Pan-European cormorant-fisheries conflicts”) es una red de investigadores interesados por las interacciones entre cormoranes y pesquerías, con más de medio centenar de participantes de veinticinco países de Europa y Oriente Medio.
Su función principal es aportar información útil y actualizada para ayudar a reducir el conflicto social generado por la depredación de estas aves sobre los recursos pesqueros, especialmente orientada a colectivos afectados y a entidades con competencias en la gestión de las poblaciones de la especie. Varios informes reflejan la intensa actividad de investigación y asesoramiento desplegada por Intercafe en los últimos años, tal y como puede comprobarse en su web, accesible en http://www.intercafeproject.net/.
La evolución de la población invernante de cormorán grande en Asturias desde 1980, según los datos aportados por la Coordinadora Ornitolóxica d’Asturies, indica que tras años de fuerte incremento, se aprecia con el cambio de siglo una fase de estabilización e incluso descenso, en sintonía con lo ocurrido en las poblaciones reproductoras europeas.
La tendencia negativa en el número de salmones precintados (pescados legalmente) ya era evidente mucho antes de que surgiera el conflicto entre pescadores deportivos y cormoranes.
La Coordinadora Ornitolóxica d’Asturias ha presentado más de 1.500 firmas de ciudadanos en apoyo a su reivindicación de que se detengan los descastes de cormoranes grandes en Asturias. Las firmas fueron entregadas recientemente al Gobierno del Principado, acompañadas de una carta en la que recordaban a las autoridades regionales que “esta medida, que tiene por objeto reducir la población invernante de una especie cuyo impacto sobre el ecosistema es mínimo, no sólo no se encuentra avalada por ningún tipo de criterio científico sino que incluso contradice estudios de la propia Consejería de Medio Ambiente de Asturias”.
Fuente: Quercus, 22/05/2008 http://www.quercus.es/noticia.asp?ref=2232
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