El cernícalo primilla (Falco naumanni) es la rapaz que vive más cerca del hombre. Aunque todavía está presente en muchos pueblos, la destrucción de su hábitat y de los lugares de nidificación ponen en riesgo la viabilidad de sus poblaciones.
José Manuel Hernández, ornitólogo y gerente del Centro Ornitológico 'El Primillar', ubicado en Cañada de Calatrava (Ciudad Real), ha comentado a Efe que es difícil asegurar que esta especie esté experimentando una "recuperación objetiva", pese a que en los últimos años se trabaja mucho más en frenar su declive.
"En España y en Castilla-La Mancha se han puesto en marcha iniciativas interesantes para conocer más a fondo la especie y para favorecer la nidificación, la cría en cautividad e, incluso, la reintroducción de la especie en determinados lugares", todo ello puede hacer pensar que la población se ha incrementado, sin embargo, las causas profundas que han propiciado durante las últimas décadas la disminución de la especie siguen actuando».
Hernández entiende que la alteración o pérdida de los hábitat adecuados para el cernícalo primilla es una de sus principales amenazas, pues ha supuesto que esta especie encuentre cada vez más dificultades para localizar alimento.
El empleo de fitosanitarios y plaguicidas, la intensificación y transformación de la producción agrícola, con el incremento de las explotaciones de regadío y el aumento de las infraestructuras, juegan un papel «negativo» en la conservación de esta especie.
Las poblaciones de cernícalo primilla también se ven castigadas cuando aumentan las dificultades para encontrar un nido seguro, ha explicado Hernández, quien estima que garantizar el mantenimiento del sustrato de nidificación es uno de los grandes retos que tienen por delante los planes de recuperación. Por ello, cree «indispensable» arbitrar medidas que garanticen, a largo plazo, la estabilidad de las colonias de cría, en un momento en el que el saneamiento de los edificios particulares y las restauraciones de grandes edificios civiles y religiosos va a más.
En este sentido, recordó que los tejados de las casas urbanas están sufriendo «un proceso razonable de reparación y saneamiento» que implica el cambio de tipo de cubierta y la desaparición de la tradicional teja árabe, debajo de las cuales instala sus nidos el cernícalo primilla. En otros edificios como las iglesias, las restauraciones "poco respetuosas" provocan la desaparición de los mechinales que ocupa esta rapaz, cuando lo más deseable sería aprovechar la oportunidad de mejorar estas edificaciones para, «al mismo tiempo que se garantiza el patrimonio artístico y cultural, se conserve también el patrimonio natural», comentó Hernández.
Todas estas circunstancias han provocado que, en la actualidad, las colonias de cría más importantes estén desapareciendo o se hayan visto fragmentadas en pequeños núcleos con muchas menos posibilidades de supervivencia o un menor índice de productividad. Ante esto, el ornitólogo ha señalado que es urgente que se arbitren medidas que garanticen, a largo plazo, la estabilidad de las colonias de cría porque de este modo «lo que se hace para favorecer su presencia actual sería mucho más notable si al tiempo disminuyeran las causas que influyen en su regresión y desaparición».
Para Hernández, la conservación del cernícalo primilla, añadido al valor que supone mantener la biodiversidad de especies y su propio interés científico, puede servir para realizar campañas de sensibilización entre la población, dada la cercanía de esta rapaz, capaz de sobrellevar con condescendencia que el hombre se encuentre cerca de ella.
En la actualidad, Castilla-La Mancha cuenta con una población entorno a las 2.500 parejas, lo que representaría el 20 % del total nacional, que se estima en unas 12.000 parejas y aunque presente en las cinco provincias de la región sus mayores poblaciones se concentran en las provincias de Ciudad Real y Toledo.
El cernícalo primilla es una pequeña ave de presa que raramente sobrepasa los 200 gr de peso, perteneciente a la familia de los halcones, que en la actualidad mantiene el estatus de conservación como una especie "vulnerable". De vuelo rápido y vigoroso, caza en campo abierto grandes insectos como saltamontes y langostas, aunque también se puede alimentar de pequeños mamíferos y reptiles.
Fuente: El Diario Montañés, La Tribuna.
Imagen: Aníbal de la Beldad
No hay comentarios:
Publicar un comentario