La migración estacional de las aves cesará a causa del calentamiento global. Desde hace algunos años, es posible demostrar, utilizando datos recogidos en condiciones naturales, que algunas especies de aves migratorias reaccionan a los aumentos de temperatura y a los cambios subsecuentes en el medio ambiente.
La curruca capirotada (Sylvia atricapilla) es una de las especies donde más claros han sido los cambios en el comportamiento migratorio. Hoy en día, los Sylvia atricapilla regresan antes a sus zonas de cría, ponen sus huevos antes y se marchan de sus territorios de veraneo más tarde en el otoño. Incluso, una de sus poblaciones estableció una nueva área de invernada en las Islas Británicas, en vez de seguir volando por toda la ruta hasta llegar a España.
Debido a su gran variación genética, algunos investigadores ya esperaban una rápida adaptación de estas especies a las condiciones medioambientales alteradas.
Los resultados de los estudios genéticos sobre las aves migratorias respaldan la teoría de que en el caso de un calentamiento global sostenido, y en cuestión de unas pocas generaciones, las aves migratorias, sujetas a presiones fuertes de selección y microevolución, van a empezar primeramente por migrar a distancias más cortas, y en una fase posterior dejarán de hacerlo, convirtiéndose así en pájaros del tipo de los llamados "residentes".
En un experimento de selección con aves Sylvia atricapilla procedentes del sudoeste de Alemania, Francisco Pulido y Peter Berthold, del Instituto Max Planck para la Ornitología en Radolfzell, han sido capaces de mostrar que los primeros ejemplares no migratorios pueden surgir, partiendo de una población completamente migratoria, después de tan sólo dos generaciones de selección direccional hacia una menor actividad migratoria.
En un experimento de selección con aves Sylvia atricapilla procedentes del sudoeste de Alemania, Francisco Pulido y Peter Berthold, del Instituto Max Planck para la Ornitología en Radolfzell, han sido capaces de mostrar que los primeros ejemplares no migratorios pueden surgir, partiendo de una población completamente migratoria, después de tan sólo dos generaciones de selección direccional hacia una menor actividad migratoria.
La fuerte reducción evolutiva en la distancia de migración que este estudio ha puesto al descubierto está en línea con los cambios adaptativos esperados en la migración de las aves en respuesta a las alteraciones medioambientales causadas por el Cambio Climático.
Imagen (hembra): Mario de los Reyes
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